domingo, 5 de julio de 2020

Los ojos

Francesca no comenzó a salir de golpe.
Una de las primeras decisiones fue abandonar esa ropa que la había escudado y acompañado en aquellos meses.La arrojó en una bolsa negra de consorcio despidiéndose sin ceremonias de esa señora harapienta.
Sus ojos descubrían el mundo.Todo ,absolutamente todo, tenía colores nuevos.Lo que existía antes y todo lo que veía era novedoso,diferente,hermoso.
Desde el vuelo de una paloma hasta una caminata por la avenida Santa Fe.

El rosedal de Palermo,los lagos,la arboleda,los gansos,el césped....Nunca los había visto estrepitosamente así.Era una primavera nueva,más nueva aún para sus ojos verde agua.
El dúplex se inundó de luz.Levantó bien alto las persianas e hizo arreglar la de su dormitorio,que rota,siempre estaba baja.
 Cambió muebles y sillones de  lugar,en varios bolsones regaló esos objetos que pertenecían al pasado y que a simple vista,le provocaban un sabor amargo y rechazo.Reemplazó fotos nuevas con Tomás en los portarretratos con sus marcos dorados o de plata o bien cincelados en porcelana fría . Las anteriores las rompió y terminaron en el fondo del tacho de basura.

Además,¡contrató un personal trainer!
Los cambios significaban pasos cortos.Lentamente. Cada paso era una pequeña victoria.Sola con su hijo Tomás,empezaba a andar y sus ojos verde claro tenían tanto para  descubrir.
Fueron los ojos los que notaron el cambio.Los ojos vieron la luz del sol en cada ínfima cosa.Sus ojazos(como solían decirle)fueron dos faroles que le mostraron otro camino.
En un lugar había leído que"hay fracasos que son victorias".

Sin duda,era otra vida.




Notitas

esa