domingo, 24 de marzo de 2019

Capítulo 19.Veinte cuadras

Por aquellos días aconteció un triste suceso.
El cuñado de su ex suegra había fallecido de un infarto, angustia para su familia y todos lo que los conocían.

Leticia acompañó a su hermana mayor de todas las formas posibles y si bien no se veían a menudo desde que ella e hijos se mudaron a Moreno, Leticia estuvo allí. .Le organizó los quehaceres de la casa por ejemplo, además de la contención  psicológica y amorosa.
El drama de su hermana era también el suyo.Prácticamente se mudó desde su hogar de Belgrano hacia el Oeste.

María Francesca , mientras tanto,seguía abandonada a su suerte, sin siquiera darse cuenta de cómo estaba. Una pasa de uva, pequeña, vacía de almíbar acurrucada en su cama....
De Moreno a Belgrano había una distancia considerable aún por autopista, en cambio entre la casa de Francesca y de Leticia existían alrededor de unas 20 cuadras...Cuadras que separaban a ambas casas.

Leticia nunca recorrió ese camino, nunca deshizo esa distancia.Metros que la aislaban de alguien a quien alguna vez dijera querer como una hija,... como si nunca hubiera existido.
¿Como hizo para soportarlo?
¿De dónde sacó tanta fuerza?

Veinte cuadras de huellas fantasmas, pasos vacíos, rosales secos con espinas en el camino.
Francesca seguía con las palabras calladas, señora de los silencios.Sentía una pañoleta ajustada en su cuello , le apretaba las palabras.Un nudo amargo y resistente.



domingo, 10 de marzo de 2019

Capítulo 18...Siempre lo mismo.

A las siete y medio de la mañana , Juana llevaba a Tomás hacía la escuela con un remise en la puerta,  puntualmente.Al regresar se preparaba un mate cocido con mucha azúcar y,  finalizado su desayuno iba hacia el supermercado. Siempre lo mismo.
Traía en la bolsa repetidas cosas, un limpiador, un paquete de fideos, un pan de manteca y un sobre de queso de rallar....Siempre.
En cuanto a Tomás  tenía su comida repartida y organizada entre el freezer, más las verduras, frutas , yogures y algunas golosinas en los frascos.

Pero la referencia es teniendo en cuenta qué hacía Juana una vez que acomodaba la escueta compra . Ponía el ticket de la compra y el posible vuelto sobre la mesada de granito en la cocina.No tenía obligación de limpiar pero si colaborar con el orden del amplio piso.Con ligereza, distracción, desgano,  repasaba los iguales objetos ....Siempre lo mismo....

Había en Juana algo notable .
Una mesa de madera en cedro con una cajonera que servía de apoyo del plasma en el sector del comedor ,la cual  lustraba con énfasis y dedicación. Francesca adoraba este mueble, una de sus pasiones era la decoración, cada objeto elegido con fineza y gusto definido....Lucían los muebles con  toques de estilo antiguo en las lámparas y por otro lado la mesa del comedor diario era de vidrio ahumado revestida de una carpeta bordada.

A eso de las once de la mañana , Juana se iba a la habitación de servicio de la casa, veía televisión, dormía la siesta y a  las tres salía para retirar a Tomás del colegio alemán ,a veces más tarde si concurría a fútbol o tenis....Siempre.

Francesca dejaba el dinero en esa cajonera, en el primer cajón y,Juana le robaba la mayor parte del dinero con el cual mensualmente manejaba sólo las necesidades cotidianas de la casa. Era un robo hormiga... Siempre.

El dinero era compras y alguna otro imprevisto ya que Marco le dejaba una cantidad importante. Francesca sólo y apenas subsistía , nunca lo contaba ni le importaba ni cúanto había o ni cúanto  quedab al cabo de días.El dinero y, su idea como otras tantos aspectos materiales habían dejado de existir para ella.
Sólo se trataba de vivir día a día . Hay algunas personas que suelen  sacar ventaja  del más débil....Siempre lo mismo.

Juana  no se ocupó de Tomás como correspondía, ni siquiera le preparaba una taza de leche con cacao para que desayune, o a la vuelta una merienda sustanciosa...Parecía atenderlo. Juana no hacía nada de nada.

Francesca insistía...

-Juana, servirle esas tostadas con mermelada de frutos del bosque.
-Juana ,guardá en su mochila una manzana  .
- Juana ,planchá el equipo limpio de gimnasia.
-Juana esta noche no le prepares fideos , sino una milanesa de pollo con puré.

Juana nunca le preguntó a Francesca si quería algo de beber,  comer, su compañía o su charla. Ella le mostraba cordialidad e intentaba ser amable aún enferma, hasta fingía una sonrisa, sabía que Juana respondía a otras órdenes.
Siempre el miedo a hablar y que  Marco se lleve a Tomás.

María Francesca sólo podía refugiarse en su mundo, confiar en su propia contención, procurando que nadie la molestara o sacara de su ostracismo...En el fondo -muy de vez en cuando- vislumbraba una luz de esperanza.Era lo único que podía hacer por si misma,disminuida y sin fuerzas percibía e intuía que el único modo de cuidarse era aislándose y, dejar que le tiempo pase con su paciencia e infinita tolerancia.

Cuando Francesca volvía a su cama por enésima vez en el día, sonaba escondida en el aire la frase de una canción de Montaner,..."se hacen olas en las sábanas"...Siempre
Cuando Tomás  se acostaba después de ver su serie favorita , Francesca  se despedía acariciándole su pelo con tonos rojizos y lo abrazaba para decir con el cuerpo cansado...

-Te quiero mucho,...hasta mañana dulzura mía.
-Yo también mami,te quiero mucho.

Siempre.








jueves, 7 de marzo de 2019

Capítulo 17.EL ascensor

Un mediodía de sábado Francesca se cambió sólo para ir al supermercado.Tenía mucho apetito.María Francesca no sentía que estaba viviendo en un cuerpo nuevo,con visible aumento de peso por los medicamentos .Lo que usaba era una especie de harapos ,teniendo en cuenta su anterior elegancia.
Aún cuando "todo esto" se le habrían cuestionado,nada le interesaba a Francesca. Salvo sobrevivir.

En el camino un señor le dijo unas palabras bonitas,lo cual lejos de considerarlo como un halago, le molestó.
-¿Cómo puede decirme eso?- pensó contrariada Francesca ...- es un "hombre"como Marco...
Este era el origen del rechazo.El elogio lejos de levantar su autoestima ,la había confundido. Ella era una mujer herida y abandonada por todavía su esposo Marco.

A su regreso sintió la tentación de tomar un helado,fresco, dulce, agradable al paladar.Pidió un cucurucho de frutos del bosque y chocolate .
¡Al fin algo rico para sus labios tristes! Disfrutaba como una niña de cada cucharada.
Al mismo tiempo se sentía rara, como si en lugar de haberlo comprado lo hubiese robado y hasta casi intentaba ocultarse.

Cuando llegó a su edificio ,una vecina subió con ella .
-¿Sos la hermana de Francesca?
Si había algo que odiaba era dar explicaciones a gente desconocida,peor en esos días cursando su depresión...-Que supongan y fantaseen lo que quieran -decía para sí Francesca si apenas podía sobrevivir.

Improvisó una respuesta cualquiera,... que las hormonas eran sensibles a su físico y un estado congestivo la había atacado sin defensas.
Con esa corona de espina entró a su guarida, dejó la bolsita del supermercado sobre la mesada .Comió un par de salchichas  y, después, fue por un pote de crema chantilly. Nada más.

Siempre que tenía hambre solía comprar casi lo mismo.Repetía una y otra vez este menú....Si se tratara de una película ,María Francesca sería un osezno que sale del escondite en un bosque hasta encontrar lo necesario de su supervivencia.

Francesca iba por el alimento- que nadie le proveía- cada vez que le dolía el estómago de hambre, para luego regresar a su refugio al remanso de la luna.

Juro que Francesca sobrevivía  así,...casi a ciegas.





domingo, 3 de marzo de 2019

Capítulo 16. Juana


La soledad se respiraba desde que Marco había partido aquel 3 de diciembre. Una preocupación se le sumaba,... las clases de Tomás.
María Francesca seguía en el capullo de su colcha blanca , sobreviviendo vaya uno a saber cómo y qué manera...Era lo único que podía hacer en su lucha, en la que entonces, la depresión la vencía.

La carga del inicio de clases era tetánica, pesadísima, porque cualquier problema doméstico, por más común e insignificante que pareciera, era como un témpano gigante abalanzándose sobre ella.
Las clases, Marzo y un nuevo Otoño.

Lejos de la opinión de Francesca su suegro y Marco en un especie de cónclave, decidieron que alguien debía ocuparse de Tomás y contrataron los servicios de Juana. Solamente para ocuparse del niño.Mientras tanto Francesca seguía en abandono de persona .

Marco le decía...
-Si no viene Juana, vamos a llevarnos a Juan Tomás...
- No te ocupás de nada...
-En nene no puede estar con vos...

Francesca  no entendía porqué no era el mismo  ambiente familiar que pudiera resolver esta situación , sin embargo ella no tuvo más remedio ni otra opción que aceptarla, con la resistencia interna, esa fibra que avisa y se llama intuición.

Juana era una adolescente de veinte años y provenía de de un pueblo del sur de Santa Fé, recomendada por una empleada doméstica que trabajó en la casa de  su ex suegra por mucho tiempo....Juana parecía mayor de la edad que denunciaba su documento, regordeta de estatura baja siempre se peinaba con un rodete .Tenía sus ojos negros , escrutadores y misteriosos, que lo miraban absolutamente todo....Disfrazada de niñera ,sin saber si estaba apta, era una intrusa, una espía.
Además la solventaban con un excelente salario.

Había quien se ocupara de Tomás .
 ¿Quién cuidaba de María Francesca ?