De alguna manera encontró el tiempo y la voluntad para llamar por celular a sus amigas Carla y Valeria. Ambas compañeras del secundario.También ubicó a Gabriela ,abogada y colega del profesorado de Filosofía y Letras.
Sin saberlo estaba sembrando las primeras semillas para reencontrarse consigo y salir a de su enfermedad y abandono.
Había pasado mucho tiempo.El suficiente.
Entre ellas habían perdido el contacto cotidiano,lo que sí mantenían vivo era el cariño y el respeto mutuo pese a las hojas del calendario que se mudaban año tras año y cada vez más rápido.
Nada sabían acerca del calvario a partir de su depresión.
Valeria Lanzani fue su compañera de banco de toda la secundaria.Habían disfrutado muchos domingos plenos en la quinta en Hurlingham. Tardes prolongadas entre charlas y la mermelada con cascaritas de naranja de la abuela.
Carla Angrisani era la otra compinche.Se unía a las caminatas a la salida del Instituto Bilingue;se reunían,estudiaban,juntas soñaban con ser esto o aquello.
La que más se destacaba en Lengua era Valeria,y ayudaba a Carla y Francesca. Carla era más calculadora,sobresalía en las materias exactas.
Y los chismes.Todo lo que pasaba con los chicos,compañeros que les gustaban era tema obligado cada jornada de estudios .Un verdadero "Noticiero del Amor".
Esa mañana llamó a sus queridas amigas.
-¿Cómo poner en palabras justas todo lo que le estaba pasando?
-¿Cómo contarlo ?si parecía una película de Fellini.
-¿Por dónde empezar?
¿Lo entenderían?
-¿Le creerían?
Dentro de su aturdimiento Francesca contaba con un recurso que siempre la había ayudado para esta y otras situaciones;su intuición.
Pidió auxilio.Sus amigas ,estaban allí.Se sacudieron las telarañas del pasado
El cielo estaba despejadísimo, más claro que otros amaneceres. Esa mañana salieron tres soles.