miércoles, 24 de junio de 2020

Alfajor

Por la tarde,María Francesca se despegó de las sábanas muy lentamente,parecía pedirles permiso una y otra vez para levantarse...Cada paso hacia la cocina era un duro trámite .Un pie le pedía permiso al otro.
Cuando llegó a la cocina abrió las alacenas en procura de alimento.Tal vez sería la comida del día o su cena.
Abrió una puerta y en su interior halló los estantes vacíos,pero la última puerta la deparaba una sorpresa;dos paquetes de galletitas dulces y tres alfajores de chocolate. El descubrimiento le dibujó una sonrisa apenas imperceptible,sólo porque adoraba los dulces.

No había fideos,ni arroz,ni yerba,ni café;sólo algunos saquitos de té,unos pocos artículos de limpieza y unas servilletas de papel.
-¿Cómo llegaron allí? ¿Cuándo? ¿Cómo puede ser? ¿Quién los compró? No recuerdo cuándo los compré...
Además los fines de semana estaba sin Juana.
Tenía algo para comer.No tenía que vestirse,salir y caminar hasta el supermercado a dos cuadras para adquirir alguna cosa .
El alfajor en la boca le supo distinto.Otro era el sabor de la incertidumbre.

Por la tarde Francesca regresó a sus sábanas ,la cuales la cubrieron de mimos largos y suaves en su adormecer .


2 comentarios:

  1. Pedro Gerardo Diaz Nicolas
    Excelente relato, con una estructura conduciente, en un juego de imágenes, cuyo final es la drástica realidad que no puede ser superada. Felicidades.

    ResponderBorrar
  2. Genial texto, ansioso y fortificante. Gratificante.Dra Francisca Stecconi

    ResponderBorrar