domingo, 24 de marzo de 2019

Capítulo 19.Veinte cuadras

Por aquellos días aconteció un triste suceso.
El cuñado de su ex suegra había fallecido de un infarto, angustia para su familia y todos lo que los conocían.

Leticia acompañó a su hermana mayor de todas las formas posibles y si bien no se veían a menudo desde que ella e hijos se mudaron a Moreno, Leticia estuvo allí. .Le organizó los quehaceres de la casa por ejemplo, además de la contención  psicológica y amorosa.
El drama de su hermana era también el suyo.Prácticamente se mudó desde su hogar de Belgrano hacia el Oeste.

María Francesca , mientras tanto,seguía abandonada a su suerte, sin siquiera darse cuenta de cómo estaba. Una pasa de uva, pequeña, vacía de almíbar acurrucada en su cama....
De Moreno a Belgrano había una distancia considerable aún por autopista, en cambio entre la casa de Francesca y de Leticia existían alrededor de unas 20 cuadras...Cuadras que separaban a ambas casas.

Leticia nunca recorrió ese camino, nunca deshizo esa distancia.Metros que la aislaban de alguien a quien alguna vez dijera querer como una hija,... como si nunca hubiera existido.
¿Como hizo para soportarlo?
¿De dónde sacó tanta fuerza?

Veinte cuadras de huellas fantasmas, pasos vacíos, rosales secos con espinas en el camino.
Francesca seguía con las palabras calladas, señora de los silencios.Sentía una pañoleta ajustada en su cuello , le apretaba las palabras.Un nudo amargo y resistente.



domingo, 10 de marzo de 2019

Capítulo 18...Siempre lo mismo.

A las siete y medio de la mañana , Juana llevaba a Tomás hacía la escuela con un remise en la puerta,  puntualmente.Al regresar se preparaba un mate cocido con mucha azúcar y,  finalizado su desayuno iba hacia el supermercado. Siempre lo mismo.
Traía en la bolsa repetidas cosas, un limpiador, un paquete de fideos, un pan de manteca y un sobre de queso de rallar....Siempre.
En cuanto a Tomás  tenía su comida repartida y organizada entre el freezer, más las verduras, frutas , yogures y algunas golosinas en los frascos.

Pero la referencia es teniendo en cuenta qué hacía Juana una vez que acomodaba la escueta compra . Ponía el ticket de la compra y el posible vuelto sobre la mesada de granito en la cocina.No tenía obligación de limpiar pero si colaborar con el orden del amplio piso.Con ligereza, distracción, desgano,  repasaba los iguales objetos ....Siempre lo mismo....

Había en Juana algo notable .
Una mesa de madera en cedro con una cajonera que servía de apoyo del plasma en el sector del comedor ,la cual  lustraba con énfasis y dedicación. Francesca adoraba este mueble, una de sus pasiones era la decoración, cada objeto elegido con fineza y gusto definido....Lucían los muebles con  toques de estilo antiguo en las lámparas y por otro lado la mesa del comedor diario era de vidrio ahumado revestida de una carpeta bordada.

A eso de las once de la mañana , Juana se iba a la habitación de servicio de la casa, veía televisión, dormía la siesta y a  las tres salía para retirar a Tomás del colegio alemán ,a veces más tarde si concurría a fútbol o tenis....Siempre.

Francesca dejaba el dinero en esa cajonera, en el primer cajón y,Juana le robaba la mayor parte del dinero con el cual mensualmente manejaba sólo las necesidades cotidianas de la casa. Era un robo hormiga... Siempre.

El dinero era compras y alguna otro imprevisto ya que Marco le dejaba una cantidad importante. Francesca sólo y apenas subsistía , nunca lo contaba ni le importaba ni cúanto había o ni cúanto  quedab al cabo de días.El dinero y, su idea como otras tantos aspectos materiales habían dejado de existir para ella.
Sólo se trataba de vivir día a día . Hay algunas personas que suelen  sacar ventaja  del más débil....Siempre lo mismo.

Juana  no se ocupó de Tomás como correspondía, ni siquiera le preparaba una taza de leche con cacao para que desayune, o a la vuelta una merienda sustanciosa...Parecía atenderlo. Juana no hacía nada de nada.

Francesca insistía...

-Juana, servirle esas tostadas con mermelada de frutos del bosque.
-Juana ,guardá en su mochila una manzana  .
- Juana ,planchá el equipo limpio de gimnasia.
-Juana esta noche no le prepares fideos , sino una milanesa de pollo con puré.

Juana nunca le preguntó a Francesca si quería algo de beber,  comer, su compañía o su charla. Ella le mostraba cordialidad e intentaba ser amable aún enferma, hasta fingía una sonrisa, sabía que Juana respondía a otras órdenes.
Siempre el miedo a hablar y que  Marco se lleve a Tomás.

María Francesca sólo podía refugiarse en su mundo, confiar en su propia contención, procurando que nadie la molestara o sacara de su ostracismo...En el fondo -muy de vez en cuando- vislumbraba una luz de esperanza.Era lo único que podía hacer por si misma,disminuida y sin fuerzas percibía e intuía que el único modo de cuidarse era aislándose y, dejar que le tiempo pase con su paciencia e infinita tolerancia.

Cuando Francesca volvía a su cama por enésima vez en el día, sonaba escondida en el aire la frase de una canción de Montaner,..."se hacen olas en las sábanas"...Siempre
Cuando Tomás  se acostaba después de ver su serie favorita , Francesca  se despedía acariciándole su pelo con tonos rojizos y lo abrazaba para decir con el cuerpo cansado...

-Te quiero mucho,...hasta mañana dulzura mía.
-Yo también mami,te quiero mucho.

Siempre.








jueves, 7 de marzo de 2019

Capítulo 17.EL ascensor

Un mediodía de sábado Francesca se cambió sólo para ir al supermercado.Tenía mucho apetito.María Francesca no sentía que estaba viviendo en un cuerpo nuevo,con visible aumento de peso por los medicamentos .Lo que usaba era una especie de harapos ,teniendo en cuenta su anterior elegancia.
Aún cuando "todo esto" se le habrían cuestionado,nada le interesaba a Francesca. Salvo sobrevivir.

En el camino un señor le dijo unas palabras bonitas,lo cual lejos de considerarlo como un halago, le molestó.
-¿Cómo puede decirme eso?- pensó contrariada Francesca ...- es un "hombre"como Marco...
Este era el origen del rechazo.El elogio lejos de levantar su autoestima ,la había confundido. Ella era una mujer herida y abandonada por todavía su esposo Marco.

A su regreso sintió la tentación de tomar un helado,fresco, dulce, agradable al paladar.Pidió un cucurucho de frutos del bosque y chocolate .
¡Al fin algo rico para sus labios tristes! Disfrutaba como una niña de cada cucharada.
Al mismo tiempo se sentía rara, como si en lugar de haberlo comprado lo hubiese robado y hasta casi intentaba ocultarse.

Cuando llegó a su edificio ,una vecina subió con ella .
-¿Sos la hermana de Francesca?
Si había algo que odiaba era dar explicaciones a gente desconocida,peor en esos días cursando su depresión...-Que supongan y fantaseen lo que quieran -decía para sí Francesca si apenas podía sobrevivir.

Improvisó una respuesta cualquiera,... que las hormonas eran sensibles a su físico y un estado congestivo la había atacado sin defensas.
Con esa corona de espina entró a su guarida, dejó la bolsita del supermercado sobre la mesada .Comió un par de salchichas  y, después, fue por un pote de crema chantilly. Nada más.

Siempre que tenía hambre solía comprar casi lo mismo.Repetía una y otra vez este menú....Si se tratara de una película ,María Francesca sería un osezno que sale del escondite en un bosque hasta encontrar lo necesario de su supervivencia.

Francesca iba por el alimento- que nadie le proveía- cada vez que le dolía el estómago de hambre, para luego regresar a su refugio al remanso de la luna.

Juro que Francesca sobrevivía  así,...casi a ciegas.





domingo, 3 de marzo de 2019

Capítulo 16. Juana


La soledad se respiraba desde que Marco había partido aquel 3 de diciembre. Una preocupación se le sumaba,... las clases de Tomás.
María Francesca seguía en el capullo de su colcha blanca , sobreviviendo vaya uno a saber cómo y qué manera...Era lo único que podía hacer en su lucha, en la que entonces, la depresión la vencía.

La carga del inicio de clases era tetánica, pesadísima, porque cualquier problema doméstico, por más común e insignificante que pareciera, era como un témpano gigante abalanzándose sobre ella.
Las clases, Marzo y un nuevo Otoño.

Lejos de la opinión de Francesca su suegro y Marco en un especie de cónclave, decidieron que alguien debía ocuparse de Tomás y contrataron los servicios de Juana. Solamente para ocuparse del niño.Mientras tanto Francesca seguía en abandono de persona .

Marco le decía...
-Si no viene Juana, vamos a llevarnos a Juan Tomás...
- No te ocupás de nada...
-En nene no puede estar con vos...

Francesca  no entendía porqué no era el mismo  ambiente familiar que pudiera resolver esta situación , sin embargo ella no tuvo más remedio ni otra opción que aceptarla, con la resistencia interna, esa fibra que avisa y se llama intuición.

Juana era una adolescente de veinte años y provenía de de un pueblo del sur de Santa Fé, recomendada por una empleada doméstica que trabajó en la casa de  su ex suegra por mucho tiempo....Juana parecía mayor de la edad que denunciaba su documento, regordeta de estatura baja siempre se peinaba con un rodete .Tenía sus ojos negros , escrutadores y misteriosos, que lo miraban absolutamente todo....Disfrazada de niñera ,sin saber si estaba apta, era una intrusa, una espía.
Además la solventaban con un excelente salario.

Había quien se ocupara de Tomás .
 ¿Quién cuidaba de María Francesca ?






martes, 26 de febrero de 2019

Capítulo 15. Florcitas azules

En un atardecer Francesca tenía puesto el camisón de algodón fino , cuello redondo con botones blancos, lleno de florcitas azules.Estaba acurrucada sobre el colchón con la cama revuelta cuando sintió hambre. Mucho hambre.

Sintió frío ,  escalofríos, la casa estaba helada, sin la calefacción encendida...Fue al vestidor y y encontró el pulóver que Claudia le había tejido el último invierno a Francesca
 Lo acarició , para sentir la suavidad de la lana beige y, se lo puso sobre el camisón .Era ancho con dos trenzas gruesas en la parte delantera con un importante cuello volcado.

Calzó sus chatitas clásicas y fue otra vez al supermercado, como cada vez que tenía necesidad de alimentarse...


  

lunes, 25 de febrero de 2019

Capítulo 14.Rosas

Marco le daba miedo .Su voz en el teléfono le provocaba pavor. La intimidaba , asustaba ,llamándola varias veces al día.

-Te voy a sacar el nene....Cada vocal,cada consonante la lastimaba.

A veces se quedaba esperando una retractación ,un explicación,, pero otras apagaba el celular como una forma de rebelarse  a esa tortura.Esa voz nunca la olvidaría.

-¡Basta Marco! No me digas más que vas a llevarte a Tomás...
Pero esta vez del otro lado de la línea no estaba Marco sino Leandro, un deportista que había conocido hacía algún tiempo en el Rosedal, cuando ambos llevaban a pasear a sus hijos pequeños.

-¿Quién te quiere sacar al nene?- dice Leandro con indignación, para después agregar con serenidad- el juez ni a prostituta le saca sus hijos...Tranquila Francesca....Además recordá que soy abogado.
Leandro la había llamado  a una caminata de varios kilómetros para una obra solidaria

María Francesca se tranquilizó y pudo analizar los escenarios donde estaba inmersa. Ella que se silenciaba, se callaba la boca por ese temor desconocido, también por sentir culpa y con el peso de sentirse  apenas una piedrita desolada.Su autoestima se había derretido como se apagan las velas durmiéndose sobre la cera.

Si estaba soportando humillaciones, insultos, abandono de persona era porque además "esa depresión" le robaba la vida sana y natural junto a Tomás y le hurtaba la voluntad de cada día.

En la mitad de una de esas noches , acostada con su cabello aplastado en la nuca , ella abrió el cajón de su mesita de luz y encontró una estampa de la Medalla Milagrosa.La observó con detenimiento, la besó y volvió a guardarla en el cajón. En ese mismo momento en que el sueño no sabe aún que es sueño, sintió un fuerte perfume a  rosas. Exquisito, profundo y persistente

Se olía en el aire, trataba de inspirarlo con su nariz pero en cuestión de  segundos ,como vino,así se fue, sin dejar rastros. No se podía quedar con la duda, era muy extraño.
 ¿De dónde provenía? Nada a la vista, ninguna flor,menos un florero y en el balcón sólo gramíneas....
Definitivamente no había rosas en la casa .Un olor a las rosas en su estado puro, natural,diría hasta inmaculadas 

Francesca en el medio de la oscuridad pensó que la rosa no era una flor muy perfumada , si estaba  convencida de haberlo olido nítidamente. Sin respuesta, volvió a su cama.Fantaseó con la idea que todo el rosedal de Palermo parecía haberse mudado mágicamente a su habitación y el viento sacudirlas.

Tempo después supo que una de las manifestaciones de la Virgen María es su perfume a lirios o a rosas. Supo Francesca  cual es el aroma dulce del amparo.





lunes, 11 de febrero de 2019

Capítulo 13. Voces.

Ella camina por el parque, observa las hojas, las mismas  parecen repiquetear a su paso con su crujido en los recuerdos de Francesca.Atraída por el aleteo de una paloma , sus ojos la llevaron en dirección a una escuela de barrio,pero similar a "esa otra". En la puerta de otro colegio, le escuchó decir a su ex suegra Leticia, con voz firme.

-Si no aceptás a Juana, para que se ocupe de Tomás, Marco te lo va a sacar...
- No hacés nada...
-¡Cómo si te faltara algo!...Si hasta tres veces al año te ibas de vacaciones...

María Francesca siguió caminando, escapando de esa voz que se pegaba como una sombra.Se parecía también a la voz de Cecilia, la vecina de toda la vida quien  por teléfono le comunicó...

-Marco tiene muchas influencias.Acepta la ayuda de Juana .Tiene intención de llevarse a Tomás. Si es necesario permanecé encerrada en tu habitación...

También intercedió Valeria, una amiga de Francesca, si bien desconocía toda la historia,  habló de todos modos con Marco...

-Ni se te ocurra, ni se te vaya a pasar la cabeza sacarle el nene a Francesca...se muere...
-Eugenia ,...ella está excesivamente en la cama...ni se levanta.... ¡es su hijo!
-Francesca es fuerte, se va a poner bien,...siempre tuvo fortaleza y sino, recordá Marco...

Seguramente Marco trataba de justificarse  entre las voces y el silencio de Francesca



lunes, 28 de enero de 2019

Capítulo 12..Sola.

En la última entrevista con el doctor Ibañez, Marco comenzó hablar  enérgicamente.

-Ella no tiene interés en mejorar,...ella  miente..ella no quiere salir,...ella,...ella,...
-Dejala hablar Marco! . Increpó el doctor...Así nunca va a decir nada,o que se exprese.

El doctor Ibañez pretendía de esta forma acallar al enardecido esposo de Francesca. 
Un silencio espeso se hizo dueño del lugar detrás de esa ultima palabra.Después de algunos segundos Francesca dijo algunos monosílabos...Contó que hacía dos días que regaba las plantas del balcón, de haberse  pintado las uñas color blanco nacarado, inclusive había leído la primer página del diario y no mucho más.La sesión había finalizado

En el regreso a su casa, en el auto, Marco malhumorado y molesto dijo,...
-Acá no volveremos nunca más.

Era obvio, estaba claro que el doctor Ibañez  se había animado a contradecirlo, haciéndolo callar  delante de su esposa. El doctor y Marco habían sido compañeros en la escuela secundaria pero ahora "esto" lo descolocaba. En algún punto había perdido a un "aliado."

El domingo siguiente , en la Pascua de resurrección, sonó su celular por la mañana .
Francesca escuchó...-No te ayudo más, arreglate sola.
Antes que pudiera decir una palabra Marco cortó la comunicación.

Lejos de producirle preocupación, María Francesca detrás de ese comunicado sintió paz y alivio. Aún sin el apoyo y contención para vencer  su enfermedad, se sentía particularmente más satisfecha y alivianada....La pesada mochila de sentirse en la obligación de los días miércoles concurrir al Centro Médico había desaparecido, como por arte de magia.

Acomodó su colchón de espigas y se durmió mientras la luna dejó de encandilar y se estiró llorosa sobre la ciudad.




viernes, 25 de enero de 2019

Capítullo 11.3 de Diciembre

Marco se apoyó en una de las butacas de la mesada en la cocina.Vestía pantalón  negro y una camisa blanca que Francesca le había comprado para que combinara con los diferentes trajes que llevaba a su consultorio...Estaba sin corbata.
Su pelo de un castaño rojizo ,empezaba a poblarse de unas tenues canas en las sienes...Siempre se había preguntado como sería envejecer juntos y más aún , sostener una montaña de años de matrimonio.

Marco movía nerviosamente sus manos y la pulsera de oro ,bien finita , bailaba caótica ,sin ritmo en su muñeca izquierda.

-Esta mañana estuve con la psicóloga Benitez..., llegamos a una conclusión,que no debo ser más tu enfermero.
-¿Cómo mi enfermero?..Pensé que eras mi marido...¿Entonces?
-Mañana me iré a vivir con mi mamá...Pienso en Tomás...¿Qué va a ser de el o quién se va a ocupar?
-Tomás puede entender perfectamente, además están en primer lugar vos Marco, sus abuelo,tíos..pueden ocuparse junto a otras personas de nuestro hijo, sin que esté lejos mio mientras yo me recupero...Agregó Francesca mientras sus ojos seguían con la vista esquiva de Marco.

María Francesca trataba no perder la calma, dentro del estupor y su ciego entendimiento.Sintió como su espalda y cuello se ponían duros como estacas.

-No, yo me voy, hasta taquicardia tengo....Te ubico en la casa una señora permanente y solucionado.
Marco se puso de pie y Francesca comprendió que la firmeza de sus palabras eran convincentes.

-No es el momento Marco, estoy mal, estoy enferma. Ya me voy a mejorar.

Marco siguió con su discurso premeditado , sin escucharla...¡Qué locura! El enfermo ¿era el o ella? 
Francesca dejó de insistir, no tenía fuerzas tampoco, le pidió que esa noche durmiera en el cuarto de huéspedes.
No eran dos pares de huellas juntas que recorrían el mismo sendero,no podía hacer que su voluntad volviera, su boca parecía amordazada por el gran temor a las amenazas y la violencia de Marco.

Francesca añoraba otros tiempos...como si pasaran colgadas de una cola de barrilete algunas fotografías cuando la salud la acompañaba, imágenes de un atardecer juntos ,en bicicletas  recorriendo las calles arboledas de robles y palmeras de Parque Leloir, para descubrir luego los cantos de las calandrias y los pájaros carpinteros ,o las cenas en Puerto Madero con el reflejo de la luna .

Ese 3 de diciembre , Francesca supo que  estaba sola.
Absolutamente sola para hacerse cargo de sí. Nadie iba a hacerlo por ella. Vio como su esposo huía como una gacela.
Se ha escrito que la sensación de abismo de la depresión es grande e inexplicable, y que la voluntad es el órgano más quebrado. Así estaba Francesca, partida en dos como una hojuela al costado del arroyo, deshecha física y mentalmente.

Ese tres de diciembre , en otro atardecer Francesca replegó sus alas para dejar de volar. Escondió sus brillantes colores y abandonó el cielo y las flores.

martes, 15 de enero de 2019

Capítulo 10.El doctor Ibañez

El día miércoles era tedioso porque estaba asociado con una visita de Francesca y Marco al sanatorio,una vez por semana.
Francesca se arreglaba prácticamente nada, con la ropa detallada de siempre, la misma pollera,camisa y  chatitas. Tenía que disimular, conformar a su esposo , saberse las preguntas de memoria y acomodar un poco las respuestas para que parecieran nuevas...Ya levantarse de la cama era como pretender abrazar el universo con sus dos manos.

Un rato antes de sesión , Marco mostraba su molestia. Le recriminaba no hacer nada,  haber suspendido sus actividades, que debía socializarse, programar un viaje, un curso. Así era todo el trayecto hasta la clínica, un largo monólogo que Francesca soportaba estoicamente como la más grande heroína.
Amaba los viajes , su refugio de lectura en una glorieta de rosas trepadoras del rosedal, la vida al aire libre,bailar, escuchar música, patinar, y las tortas con abundante crema y dulce de leche...Sin embargo ,no tenía el ánimo para todavía recuperar esa vida.

El sanatorio estaba en Barrio Norte, parecía un elegante hotel de cinco estrellas, todo revestido en mármol y brillantes los herrajes.Una voz femenina en el ascensor anunciaba los pisos donde paraba, mientras una música clásica se hacía escuchar por los parlantes .La gente iba y venía por los pasillos,tal vez más sana o más enferma.

En la sala de espera del consultorio del Dr Ibañez había sillas confortables y algunos cuadros con imágenes de caballos. Un ventanal daba a un especie de jardín interno de invierno. Francesca en la espera tuvo claramente dos sensaciones, como si tuviera puestos unos zapatos de cemento en el andar y la otra fue sentirse igual que una de aquellas hojitas, partidas y secas....Había un pedacito de su corazón.

Un desgaste inútil cada miércoles, a la misma hora, de la misma manera y con Marco a su lado lo que conllevaba  pérdida de tiempo porque Francesca callaba frente al Doctor Ibañez. El psiquiatra y Marco eran amigos y si bien habían perdido contacto , se reencontraron a partir de la crisis momentánea de María Francesca.

-¿Cómo tenerle suficiente confianza en contarle al Doctor qué le pasaba?..¿Cómo relatar lo que tenía atragantado en su garganta delante de su esposo?....

-¿Cómo se encuentra Francesca?...
Ella dedujo que mucho no parecía importarle al profesional lo que tenía para decir.
-Mejor- respondía, cuidando el tono de voz, tratando que la mentira no desnudara sus verdaderos sentimientos. Estaba igual o cada vez peor. Su discurso siempre parecido.

-¿Señora puede dormir?...¿Escucha ruidos raros o ve imágenes?...
-No Doctor...jamás vi ni oí nada raro, también puedo dormir....paso por una depresión, nada más.
Lo cual era cierto.
Por sus adentros Francesca se decía a si misma lo que no gritaba....
-Si pudiera el Dr Ibañez leer mis pensamientos...si supiera del maltrato de Marco...¡del miedo terrible qué siento!...Con el más grande de los temores , la amenaza que le saque de su lado a su niño Tomás.

Con su frialdad habitual el Doctor ,le indicaba o ajustaba la medicación y listo. Estaba claro que no iba a entender nunca la verdadera situación porque  ignoraba los detalles que profundizaban el abandono de persona en el cual estaba inmersa. Inclusive la responsabilidad de asistir a un enfermo en cuanto a ocuparse del control de la medicación,  horarios y o pautas farmacológicas indicadas, las cuales siempre corren por cuenta de la familia. 
Pero Francesca ya no pedía ayuda, no quería agregarse la más mínima preocupación,  si hasta una pluma que cae al piso le resultaba un enorme problema.

En estas sesiones estaban los tres. El médico sentado detrás de un escritorio de roble, sosteniendo un cenicero y retratos familiares. Una lámpara antigua que  le había llamado la atención a Francesca,se parecía tanto a la que su abuelo tenía en su escritorio. Las paredes lucían algunos diplomas con los marcos fileteados en dorado y en el lapicero dormían varias con las iniciales del psiquiatra.

El Dr Ibañez, Marco y Francesca,....la señora de los silencios.




lunes, 7 de enero de 2019

Capítulo 9. Alianza...

Era natural,Marco lo indagaba porque contaba con la total inocencia y espontaneidad de su hijito Tomás. Lo conducía a su estudio y construyendo alevosamente un ámbito de" complicidad",le preguntaba...

-¿Qué hizo mamá hoy?...Contame...
Después de un rato la inquisición se trasladaba a ella.

-Tomás me dijo que dormiste todo el día...
-Tomás me dijo que comiste dos duraznos ...
-Tomás me dijo que...

Francesca estaba parada en la entrada del escritorio y observaba toda la escena.Cuánto dolor sentía en su corazón al no poder ocuparse de nada ni de nadie.Imposible definirlo con palabras. Aún así ,si hubiera podido hacerlo, no le salían por su garganta clausurada. Sobre sus cuerdas vocales sentía tenía un pañuelo invisible, fuertemente anudado.Francesca le tenía miedo a Marco.

Su esposo jamás la consultaba si necesitaban algo, ni para ella ni para el hijo de ambos. Siempre estaba enjoado, ofuscado, furioso, ausente.
Francesca sentía a su vez incertidumbre,ya que su ausencia en el hogar era cada vez más prolongada y misteriosa...Los martes y viernes eran los días que él volvía a las cinco de la mañana y los fines de semana siempre tenía motivos  para escaparse del departamento.Ni siquiera participaba de eventos profesionales ni los torneos de tenis en el club de Tortuguitas.

Lejos estaban aquellos fines de semana en los que compartían tantas salidas .La vida armoniosa de una familia normal era una película en blanco y negro y,los  paseos o viajes un par de fotos amarillas y ajadas.
Francesca sufría "un doble abandono".

Ante las llegadas tardías de Marco permanecía nerviosa y angustiada, solos, abrazados en la cama, albergados por el silencio que reinaba en el dormitorio. Tomás se dormía de inmediato y ella permanecía atenta a las llaves, la cerradura, el picaporte.Por fin en la madrugada se abría la puerta blindada del piso de Palermo.

-Al menos Tomás está protegido...- Pensaba Francesca como mamá.

Abrazados al sueño , Tomás y Francesca no se despegaban ...Era una alianza de luz.



viernes, 4 de enero de 2019

Capítulo 8...Mendiga

Desde siempre, desde el colegio secundario y más pequeña aún, sentía atracción por el mundo de la ropa,  accesorios y, la alta costura.Era una mujer de detalles, muy femenina, con personalidad. Transmitía sensualidad al pasar, y todo lo llevaba con elegancia,sea un jeans como un equipo deportivo.Alta, delgada ,de ojos claros,muy rubia, nunca pasaba desapercibida.

Cuando se enfermó sintió que se transformaba en una especie de mendiga...Si hubo algo incuestionable fue su cambio en la forma de vestirse. No le importó. Para nada. Pasó de ser una modelo a una mendiga.Por lo menos a una mujer extremadamente diferente.

Durante esos sucesivos largos meses, Francesca usaba una pollera clásica, con un frunce en la cintura, muy suelta y liviana, color azul claro, con el ruedo ondulado ,el cual finalizaba con finos y pequeños flecos.La misma llegó a tener unas manchas que ella las miraba con cariño.La había adquirido en una feria en Roma.Siempre la misma pollera e invariablemente una camisa blanca abotonada con el cuello mao con una rosa bordada en hilo dorado en en el bolsillo derecho.Sus chatitas con un moño era de gamuza gris , las había traído de un viaje a Colonia del Sacramento un año antes. Nada más. No había ninguna variante en su vestimenta.

Sus padres, sus suegros ,le pedían por favor de cambiarse, que usara sus  polleras de seda, las  camisas con apliques de broderie, o los jeans gastados que tan bien le quedaban , o las botas altas con tachas...Su nueva imagen  contrastaba  con la que recodaba, se asustaba cada vez que se miraba en el espejo del vestidor,igual cerró las puertas de los placares .

Por ese cuadro de estrés y depresión, sus hormonas debido a la medicación  se habían revolucionado y de golpe había subido varios kilos de peso..
¿Dónde estaba la verdadera Francesca, la modelo de pasarela?...Era tan opuesta, tan disímil , con aquella otra Francesca  a la vista de todos.Estaba segura que su imagen era vergonzante para ellos.

Tal vez preferían ignorar que estaba pasando un período depresivo , tal vez preferían no mirarla siquiera,como si fuera una hoja entre tantas ,de las que se caen el el parque , abandonada , seca y sola.




jueves, 3 de enero de 2019

Cápitulo 7...El noticiero de la mañana.

Marco la vio rascarse la cabeza...
-Usá el peine de Tomás, estuvo jugando con las primas y seguro le contagiaron algunos piojos.Le dijo mientras buscaba una corbata para su traje negro en el vestidor.

Francesca odiaba los amaneceres , Marco se los hacía odiar.Su esposo había dado un giro de ciento ochenta grados y mostraba su creciente malhumor . Ella desde la cama, quería que se fuera rápido al evento y después a su consultorio.
Con el volumen altísimo,Marco ponía el noticiero todas las mañanas,siempre el mismo programa periodístico en la televisión.....El plasma era otra persona perturbadora en la casa. Francesca le pedía que bajara el volumen,era una tortura que le taladraba sus oídos.Marco sabía que le molestaba y lo hacía a propósito....Mientras tanto desayunaba su café con leche, tostadas y jugo de naranja, al tiempo que se afeitaba, repasaba la agenda y, respondía mensajes en la computadora.

Francesca buscó un peine fino en el botiquín ,y se lo pasó por su pelo rubio y ondulado . Descubrió con sorpresa que eran liendres.Sin dudas su hijo se las había contagiado de sus primas quienes ya conocían del tema. Tomás tenía un cabello rojizo,corto pero lacio y abundante .

-Me das asco...le dijo Marco...En mis cuarenta años nunca vi una mujer con piojos...

Lo último que deseaba escuchar. Ella sintió que su corazón se partía en pedacitos como una hoja seca ,la cual pisan sin siquiera notar su quejido.
Mientras tanto el locutor indicaba la hora,la humedad, la sensación térmica, presión atmosférica,dirección de los vientos,posibles lloviznas...a viva voz y, para Francesca le significaban gritos.

Después de pasarse el peine fino, tomó el champú y el acondicionador de marca francesa para lavarse la cabeza.Se dio cuenta de cierta torpeza,porque no salía espuma.Había equivocado el orden y se puso directamente el acondicionador con perfume a almendras.Ni le interesó el detalle.
Se enjuagó el pelo, lo envolvió en una toalla tibia, corrió a apagar el plasma y volvió a su cama que ya extrañaba y ansiaba...Más tarde se ocuparía de barrer las liendres con el peine .

Se acurrucó entre las sábanas con flores, tratando de no pensar y dormitar...